Todos venimos al mundo con cierto vacío en nuestra vida que nos impulsa a buscar el significado que todos buscamos de diferentes formas. El hombre es de «hacer» por naturaleza y encuentra su identidad en lo que hace.
«Hacer» se ha convertido en la adicción de nuestra generación. Desafortunadamente un énfasis excesivo en el hacer ha llevado a muchas personas a no cultivar una vida interior que les ayude a sostener la vida exterior. Esto explica los muchos fracasos que constantemente vemos en el día a día. Cuando la vida interior de la persona no está preparada, su carácter no tiene la madurez o la fuerza para sostenerla a largo plazo.
En este libro el pastor nos lleva a la Escritura y a experimentar la importancia de cultivar la fundación de nuestras vidas, para que podamos «ser lo que necesitamos ser para hacer lo que necesitamos hacer».
«Hacer» se ha convertido en la adicción de nuestra generación. Desafortunadamente un énfasis excesivo en el hacer ha llevado a muchas personas a no cultivar una vida interior que les ayude a sostener la vida exterior. Esto explica los muchos fracasos que constantemente vemos en el día a día. Cuando la vida interior de la persona no está preparada, su carácter no tiene la madurez o la fuerza para sostenerla a largo plazo.
En este libro el pastor nos lleva a la Escritura y a experimentar la importancia de cultivar la fundación de nuestras vidas, para que podamos «ser lo que necesitamos ser para hacer lo que necesitamos hacer».